Autoridades de Edoméx y CDMX con responsabilidad en postes y árboles que están cayendo sobre los ciudadanía

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En Atizapán de Zaragoza se desquició el Tránsito por caída de un poste de Luz.
Las fuertes lluvias que han caído en el Estado de México, deben poner a las autoridades a realizar una exhaustiva revisión de la infraestructura y equipamiento urbano y no concentrarse únicamente en las faenas de desazolve, porque hay otros factores que son necesarios urgentemente de atender y que de no tomarse en cuenta, ponen en peligro la vida de los mexiquenses.
Por todo el territorio estatal hay postes y árboles ladeados con inminente peligro de caer , cuando menos, sobre las casas, como sucedió ayer en Atizapán de Zaragoza.
Y es que las intensas lluvias han reblandecido la tierra, dando como consecuencia que instalaciones vitales para el funcionamiento de las ciudades del Edoméx y de la capital del país, como son postes de energía eléctrica y árboles que son fundamentales para la captación de oxígeno, han sido afectados y en varias zonas del territorio estatal se encuentran ladeados, con el inminente riesgo de caer, provocando accidentes.
Por ello, los gobiernos locales en la entidad mexiquense y las alcaldías de la Ciudad de México, deben poner atención y manos a la obra de inmediato, para que se lleven a cabo las acciones correspondientes y que de esa manera, los ciudadanos dejen de estar a merced de que un árbol o poste les pueda caer encima, lo que sería fatal.
Los ayuntamientos y alcaldías podrán argumentar que los postes de luz son responsabilidad de la Comisión Federal de Electricidad (C.F.E.), lo que es real, pero ellos como las autoridades más cercanas a la población, son los primeros que pueden darse cuenta de las anomalías y emprender las gestiones que se requieran para que esa dependencia actúe a la brevedad.
Es parte de las obligaciones de los gobiernos locales el coordinarse con otros niveles de gobierno, en este caso el federal, para que sea atendida con prontitud la urgencia de retirar aquellos postes que pueden quitarle la vida a alguien, tanto por el hecho de que esas pesadas estructuras puedan caerle encima, como por la situación de que se lleguen a electrocutar por el alto voltaje.
Por lo que corresponde a los árboles, en eso los ayuntamientos y alcaldías sí tienen facultades para efectuar el retiro de los que estén en riesgo de caer sobre la gente o bien, podar las partes que más entrañen riesgos para los transeúntes y automovilistas. Todo lo anterior no puede esperar más, ni se requiere como prueba de que hay peligro que alguien muera para que se tomen cartas en el asunto.
Respecto a los desazolves, resulta inaudito que los municipios mexiquenses y alcaldías los realicen a medias, con desgano y sin el empuje que deberían utilizar para librar del riesgo de inundaciones a los habitantes de sus respectivas demarcaciones.
Las faenas de desazolve tienen que ser auténticas cruzadas de prevención y los gobiernos, tienen que poner toda la carne en el asador, ocupando la mayor cantidad de cuadrillas con que cuenten, basándose en un plan estratégico apegado a los Atlas de riesgos y puntos rojos como prioridades.
Las demarcaciones que poseen modernos camiones tipo Vactor, también están obligados a hacerlos trabajar redoblando esfuerzos y la ciudadanía igualmente debe hacer la parte que le toca, que es evitar tirar objetos a las alcantarillas que las puedan taponear, así como no echando basura en éstas, ni en cauces de ríos y barrancas.
El tiempo corre y la gente exige una respuesta porque nadie merece vivir en un peligro latente que le pueda costar perder la vida. Gobiernos ocúpense ya y hagan las cosas bien, que para eso los contribuyentes les pagan.
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