SEGURIDAD INTEGRAL/ Halloween, la noche de diversión y peligros

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Por Arturo Ortíz, Director general de Grupo CIPI Protección, empresa líder en capacitación en seguridad
El sincretismo entre las creencias ancestrales de México y las prácticas paganas imponen en los calendarios la Noche de brujas o Halloween el 31 de octubre, en el que se imponen disfraces y los niños piden dulces casa por casa.
Esta actividad divertida y aparentemente inocua, da lugar a múltiples peligros que pueden ser un extravío, atropellamiento, accidente pero incluso escalar a secuestro u otro crimen de alto impacto social.
La noche y el amparo de las máscaras hace percibir descuido y alta impunidad.
Estas son las acciones de seguridad recomendadas para la Noche de Brujas:
Seleccionar o elaborar disfraces que sean fáciles de observar en la noche y resulten reflejantes ante las luces de un vehículo. Procura que el atuendo no sea muy largo, ya que puede provocar enredos o tropiezos. Utiliza materiales que no sean de fácil combustión ante la presencia de chispas o fuego. Evita máscaras que obstaculicen o disminuyan la visibilidad o audición. Si vas a utilizar maquillaje, emplea productos que no resulten tóxicos. No utilices accesorios estorbosos, ni lentes de contacto ‘decorativos’.
Organízate previamente con tus amigos para que, en grupo, acudan a la fiesta o salgan a la calle. Conforma un grupo con al menos cuatro adultos y dos de ellos hombres, para escoltar a los menores de edad. Los adultos deberán evitar el uso de disfraz para denotarse como cuidadores. Haz un recuento previo de las personas y toma una fotografía grupal. En el caso de niños, es recomendable tomar algún alimento previo a la salida, para evitar el consumo no autorizado de dulces o bebidas en la calle. Planea tu ruta con antelación y determina un horario para hacerlo.
Determina y coloca un distintivo (mascada al cuello, pañuelo en el brazo, adhesivo en la espalda, accesorio o varita con luz) a todos los integrantes del grupo para su fácil identificación. Los adultos-escoltas deberán portar una linterna y un silbato, así como teléfonos móviles con los números precisos para casos de emergencia y de contacto de las personas. Portar un recipiente con agua y vasos suficiente para el grupo. Es muy importante observar que los niños cuenten con un recipiente adecuado y específico para los dulces.
Establece, como política, que el grupo deberá permanecer junto en todo momento y determina un punto de reunión en caso de extravío. Para cruzar la calle, deberán hacerlo por instrucción de los adultos, quienes identificarán y determinarán los lugares seguros para hacerlo. Al cruzar, auxiliándose de las linternas, un adulto se encargará de detener el tráfico, otro de encabezar al grupo, un tercero de resguardar el lado contrario de la calle y uno más de vigilar la retaguardia.
Ante cualquier contingencia, se deberá hacer uso del silbato y todos deberán atender la instrucción de seguridad. Evita conflictos con otros grupos que se encuentren en las calles, espera el momento adecuado para que tu grupo acceda a un lugar.

Al aproximarse a una casa, observa que no existan perros que puedan lastimar a los menores. Establece con los niños la forma amable de pedir dulces, evitando el ser extraordinariamente insistente, al gritar o tocar el timbre de manera reiterada u ofensiva. Evita que los niños entren a una casa ajena, aun cuando sean invitados a hacerlo. Prevén el que, ante una falta de respuesta, algún integrante del grupo raye, pinte o arroje algo a la propiedad o a algún vehículo de la misma.
Autoriza el consumo de dulces o bebidas, a los menores únicamente hasta que hayan sido inspeccionados o proporcionados directamente por uno de los adultos responsables del grupo. Raciona los dulces a los niños, para evitar que los consuman de manera compulsiva en un sólo momento.
Prepara, de manera previa, la dotación individual para los niños, insertando en pequeñas bolsas de celofán o estraza los dulces u obsequios. Establece un horario determinado para la entrega de los dulces y hazte acompañar, al menos, de otro adulto en el evento. No abras las puertas de tu casa, procura la entrega de las bolsitas a través de la reja o, incluso, mediante una cesta atada a una cuerda para atender a los menores desde la ventana.
Si vives en un edificio o condominio, coordina con tus vecinos el formato y horario del reparto. Prepara un letrero donde indiques que «Los dulces se acabaron» y colócalo al terminar el reparto, para evitar que continúen tocando tu timbre fuera de los horarios establecidos. Alecciona a tus empleados domésticos respecto de las políticas de seguridad.
Si organizas reuniones, haz un listado de los invitados y establece un mecanismo de acceso seguro y con registro a la entrada, para evitar el ingreso de personas no deseadas. Toma una fotografía de cada asistente, con el fin de implementar una votación para el mejor disfraz, ello te permitirá, además, contar con una imagen de la persona que, aunque disfrazada, le pueda representar un factor disuasivo de actuar de forma malintencionada. Guarda objetos de valor en vitrinas o en una habitación y ciérrala con llave. Limita el acceso a las habitaciones o áreas privadas de la casa.
Aprovecha la ocasión de la Noche de Brujas para que, además de pasar una agradable fiesta, puedas tener una importante experiencia de prevención y seguridad.