La política obtuvo oficialmente la candidatura a la Presidencia de Estados Unidos en la Convención Nacional Demócrata
Tras la declinación de Joe Biden, la vicepresidenta Kamala Harris aceptó la candidatura a la Presidencia de Estados Unidos en la Convención Nacional Demócrata, en la cual habló de su agenda, que incluye el aseguramiento de la frontera con México y la modificación al sistema migratorio del país vecino.
Harris sabe lo que quiere para bien de su país y lo enuncia por propia cuenta, trabajando con sus ideas y proyectos que no son dictados por nadie sino por su conciencia y ganas de servir a Estados Unidos, evitando cualquier clase de demagogia que decepcione al pueblo estadounidense.
El escenario le es favorable a Kamala, porque su verdad la expresa sin cortapisas, no requiere del engaño ni de palabras cínicas para ganarse a su pueblo en su proyecto presidencial.
“Se que podemos estar a la altura de nuestra herencia como una nación de inmigrantes y reformar nuestro roto sistema de inmigración. Podemos crear un programa para obtener la ciudadanía y proteger nuestra frontera”.
Asimismo, planteó reactivar la propuesta de acuerdo bipartidista para la seguridad fronteriza, que contempla recursos para más personal de aduanas, oficiales y jueces; presupuesto para las entidades estadunidenses que brindan servicios a los recién llegados, así como tecnología para la detección de drogas sintéticas.
Dentro de su proyecto de política exterior dijo que Estados Unidos no abandonará la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), además de respaldar a Ucrania en la guerra con Rusia y a Israel contra Hamas en el conflicto de Gaza.
También, aseveró que no dudará en tomar acciones para defender al país de Irán y sus terroristas, así como de Corea del Norte y el líder King Jong Un.
Dentro de la política interna, Harris condenó el plan de Donald Trump contra el aborto, que incluye el reporte de todos los estados de las personas que se someten a esta práctica.
Se pronunció por trabajar en favor de las clases medias, de donde proviene, a diferencia de su competidor, Donald Trump, que gobernará para beneficiar a sus amigos millonarios, afirmó.
Lo acusó de querer limitar la libertad de expresión y debilitar los esquemas de salud, por lo que calificó la propuesta adversaria como una vuelta al pasado.
