No hay autoridad que cumpla su obligación de dar seguridad

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  • Sólo hacen como que trabajan, y hasta montan escenas peliculescas de “policías al rescate”.

Cuando se trata de presumir logros de gobierno, incluso si se hace como se dice, saludando con sombrero ajeno, cualquier autoridad de inmediato hace ruido y busca reflectores. Hasta montan escenas peliculescas de “policías al rescate”.

Pero cuando ocurren hechos que delatan la indolencia oficial con situaciones graves como la violencia que se ha apoderado del estado de Guerrero, ningún gobernante dice esta boca es mía, para aplicar la ley.

Así lo demuestra la inacción del gobierno de ese estado, pero también la del federal (y sobretodo municipales), que nada resuelve frente a los embates del crimen organizado que se ha apoderado de esa entidad, y otras más 

No obstante los diversos asesinatos ocurridos en Guerrero, perpetrados por la delincuencia y más recientemente la ejecución del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos, la federación no se quiere hacer responsable de su obligación constitucional que es brindar seguridad a la población, que se siente indefensa e indignada por esta actitud permisiva con los grupos criminales.

A medida que la delincuencia avanza en Guerrero, el temor crece no solo en los guerrerenses sino también en los turistas, quienes prefieren no acudir a esa entidad, para no ponerse en riesgo.

Tras el homicidio del edil de Chilpancingo, han surgido informaciónes contradictorias, que no encajan unas con otras, lo que hace pensar que alguien miente. Apenas unas horas antes, se dijo por supuestos colaboradores de Alejandro Arcos, que éste se fue a una reunión y que había pedido apoyo y lo tenía de la Guardia Nacional y de la policía estatal.

Ahora resulta que el titular de Seguridad federal, Omar García Harfuch, ha mencionado que el ahora occiso, no había pedido ser protegido.

Todo esto ha enrarecido todavía más el panorama y le deja un reto durísimo al nuevo presidente municipal de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, quien tendrá que ser meticuloso y precavido, sin dejar de hacer su trabajo. La realidad es que Guerrero está al rojo vivo y no hay gobierno que ponga remedio para dar tranquilidad a la ciudadanía de esa entidad.

Después no quieren los gobernantes que la gente haga justicia por propia mano, pero que opción le dejan si no cumplen con uno de los deberes para los que fueron contratados por la gente.

Y de la gobernadora, Evelyn Salgado ni que decir, porque se la vive dando discursos que no se traducen en acciones y sus mínimos resultados en seguridad, que es lo peor, son solapados desde la esfera federal, que la tiene altamente consentida, cuando debería intervenir, promoviendo su destitución.