Dicen que los dados ya están cargados para la renovación del comité municipal del PAN en Atizapán, con el propósito de favorecer a Rodrigo Sánchez de la Peña.
Tan es así, que en las redes sociales cunden las críticas con estilo de denuncias, porque los de Acción Nacional no ven con buenos ojos ser objeto de una nueva imposición.
Aquellos días en que los panistas disfrutaban de procesos internos democráticos quedaron atrás, porque hoy se habla de que sí o sí, Sánchez de la Peña debe ser apoyado.
De lo contrario, quien no lo haga y trabaje en el gobierno de Pedro Rodríguez, será despojado de su fuente de empleo, porque la línea está perfectamente marcada.
Los autoritarismos de los que se mofa el PAN, en realidad no son los de morena sino los propios, en los que prevalece el amedrentar y la amenaza contra quién no esté de acuerdo.
Este 31 de agosto los panistas del Estado de México tendrán su elección Interna, pero será una mera farsa, porque desde arriba ya se decidió quién debe ser el próximo dirigente municipal. Ejemplo: Sánchez de la Peña es el “gallo” de Pedro Rodríguez y es lo único que debe importar. Un “gallo” que vive en la comodidad, percibiendo 80 mil pesos mensuales sin trabajar.
Para la tarea de la amenaza, el dirigente saliente del PAN, Aldo León, se pinta solo, es a quien se señala de exigir la tarjeta de afiliación a los servidores públicos, con el fin de asegurar el sentido de su voto.
En el municipio de Tlalnepantla, se comenta que el exalcalde, Tony Rodríguez, ha hecho de las suyas, manipulando a los panistas, imponiendo sus planes y puntos de vista.
Pero a nadie debería extrañar que eso pase, porque Tony es un auténtico camaleón de la política que ha vestido con casi todas las camisetas de los partidos políticos.
Sin embargo, el abuso mayor, es que a sabiendas de que actualmente está en calidad de priísta, desde el tricolor le imponga su voluntad a los panistas de Tlalnepantla.
Pero también se dice, que Tony va a perder ese fuero y tampoco es extraño, porque el PRI ya no gobierna ese municipio, está debilitado y los blanquiazules piden a gritos liberarse de su yugo.
En tanto, el partido Morena no se inmuta por los problemas ajenos, sigue realizando sus asambleas para los comités seccionales y avanza en ese objetivo.
Son 71 mil seccionales los que armará morena y aunque la labor es titánica, tienen por lo menos hasta diciembre para llevarlo a cabo. En pocas palabras, otra vez son los ganones de los equívocos ajenos.
Luz María Hernández Bermúdez, fue ratificada como dirigente estatal de ese partido, lo que ha metido tensión al interior del partido guinda.
Luz María representa el poder de Delfina Gómez en ese instituto político, lo que no ha sido bien recibido por liderazgos identificados con Higinio Martínez.
Aunque la fuerza de Hernández Bermúdez viene del palacio de gobierno, la líder no es carismática y sus decisiones no han sido cruciales para los morenistas mexiquenses.
No ha encontrado el rumbo correcto, trae fuertes disidencias en su contra, pero su continuidad parece más una imposición que un acto de democracia.
Es complejo, pero en el contexto de las elecciones de seccionales, no se ha notado que los resultados empoderen a una dirigente que ha salido mejor para los impactos mediáticos que para ganarse a sus correligionarios. Ya veremos…
