Evelyn Salgado debe renunciar, ya lo exigen ciudadanos

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  • Ante la indiferencia de las autoridades suena a complicidad con la delincuencia.

  • La ciudadanía se moviliza para que sus derechos no sigan siendo pisoteados.

La actitud de la gobernadora guerrerense, Evelyn Salgado, no hace sino confirmar que lo mejor para los habitantes de Guerrero, es que por dignidad deje ya un cargo para el que no es competente.

La mandataria morenista no ha querido entender el sentido de su obligación de brindar seguridad a los ciudadanos y en cambio, la política, sacando a relucir además su soberbia.

Pero la indignación de la población ante su indiferencia, que suena a complicidad con la delincuencia, ya encontró respuesta en una ciudadanía que se moviliza para que sus derechos no sigan siendo pisoteados.

Evelyn Salgado ya sabe que el asesinato del alcalde de Chilpancingo, Alejandro Arcos Catalán, ahora se traduce en marchas ciudadanas que exigen justicia para los familiares del presidente que fue privado de la vida, seguridad para los guerrerenses y su inmediata destitución.

Son cada vez más los que se unen en Guerrero para demandar que Evelyn Salgado se vaya de una buena vez, porque la gobernadora no demuestra ni demostrará compromiso alguno para proteger a los habitantes de esa entidad.

Frente a las inconformidades de los irritados guerrerenses que ya no están dispuestos a ser más rehenes del crimen organizado, la morenista reacciona buscando desacreditar a quienes le reclaman que cumpla con sus obligaciones.

Es así como echando las vísceras por delante y con un afán perverso de desprestigiar a sus críticos, la gobernadora lejos de dar a conocer una estrategia clara y contundente contra la inseguridad, realizó un acto con el que pretendió minimizar la lucha de los guerrerenses por sus derechos.

Evelyn Salgado encabezó un acto en el que se hizo acompañar por el alcalde Gustavo Herrera, quien ocupa el cargo que ostentaba Alejandro Arcos, para hacer notar, según ella, que no tuvo ninguna importancia la movilización.

Así se conduce Evelyn Salgado, quien hace todo, menos atender el clamor de una sociedad que ya está harta de su tibieza y falta de resultados.