Hidalgo tiene potencial para ser el gran centro de carga de energía eléctrica limpia del centro del país

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* La Fundación Desarrollo Sustentable y Cambio Climático y la Coordinación de Organizaciones de la Sociedad Civil proponen crear un Centro de Investigación de Energías Renovables en el Valle del Mezquital y de allí se impulsen proyectos de energía en cinco diferentes formas

La Fundación Desarrollo Sustentable y Cambio Climático y la Coordinación de Organizaciones de la Sociedad Civil en Hidalgo proponen establecer un Centro de Investigación de Energías Renovables en el Valle del Mezquital porque en esta zona existen las condiciones naturales para observar, dar seguimiento e investigar cada una de las energías limpias y, a la par, como una forma de impulsar la remediación de la pobreza extrema del lugar al convertir a Hidalgo en el gran centro de carga de energía renovable del centro del país.

Víctor Gómez Navarro, presidente de la Fundación Desarrollo Sustentable y Cambio Climático en Hidalgo, explicó durante el Foro Académico celebrado en la Universidad Tecnológica del Valle del Mezquital, que el Centro de Investigación de Energías Renovables sería la punta de lanza que necesita el estado para impulsar el desarrollo porque los recursos naturales existen para poder aprovechar en el estado 5 formas diferentes de producir energías limpias que puedan alimentar la zona centro del sistema interconectado nacional y bajar los actuales costos de trasmisión.

Por el nivel de radiación comparada con los desiertos de Agua Prieta en Sonora o Mojave en California, donde se han instalado plantas de concentración termosolar en 2010 y finales de la década de los ochentas, respectivamente, el Valle del Mezquital es una zona idónea para colocar grandes extensiones de paneles solares en tierras desérticas imposibles para otro uso como la agricultura, expresó.

En el foro donde participaron el rector Rubisel Téllez Reyes, académicos de la institución y alumnos, también expuso el enorme potencial de energía geotérmica que ahora se está usando para fines turísticos, pero si investigamos a que profundidad tienen las vetas de energía geotérmica de las aguas termales, se puede obtener vapor presurizado a una temperatura bastante alta que puede ayudar a mover turbinas de generación de energía eléctrica.

Un tercer recurso para ser utilizado en la región es la inclinación que tiene el río Tula con una diferencia de nivel de 1,800 metros hasta su llegada a Tamazunchale, San Luis Potosí, a cuyo largo del cauce se podrían instalar generadoras de electricidad minihidráulicas, aprovechando la energía potencial del agua.

La cuarta opción para obtener energía limpia, expresó Gómez Navarro, sería transformar los cultivos de hortalizas, los cuales pronto serán prohibidos para consumo humano debido a que se riegan con aguas negras con metales pesados y bacterias, por nopal modificado para producir biomasa y con ella biogás.

La quinta opción está dentro del estado y se trata de la energía eólica que podría producirse en los Llanos de Apan, al oriente del estado, donde existe flujo de aire laminar (las capas paralelas se mueven sin mezclarse ni generar turbulencias) que es lo que se requiere como condición para que las granjas eólicas funcionen correctamente y de este estudio ya hay unas zonas validadas por el Instituto Politécnico Nacional.

En este aspecto, la Universidad Tecnológica del Valle del Mezquital, donde actualmente tienen en comodato una estación de solarimetría propiedad del Instituto Energías Renovables de la UNAM, expresó que tienen la capacidad académica para poder ofrecer recursos humanos para concretar el Centro de Investigación de Energías Renovables en el Valle del Mezquital.

Omar Guadarrama Cedillo y Guadalupe Sánchez Gama, presidente y secretaria general de la Fundación Desarrollo Sustentable y Cambio Climático, afirmaron que de concretarse el Instituto y también la capitalización de estas formas de producción de energía limpia en Hidalgo, no sólo se va a remediar el medio ambiente, sino que habrá un desarrollo sostenible de la región con la generación de empleos y recursos para las comunidades donde se pudieran ubicar las empresas que desarrollarían dichos proyectos eléctricos, así como las que se pudieran instalar por el fenómeno de nearshoring (o relocalización) y que requieran energías limpias para sus procesos.