Raciel Pérez y Adrián Juárez, par de políticos desleales, falsos y egocéntricos

• Curarse en salud y echar culpas, lo más cómodo

En la política hay aliados que suman y ayudan a decidir una elección, pero hay otros que restan y pueden provocar que una posibilidad de triunfo se convierta en humo hasta desaparecer. Culpa es tanto de quien llega manchado, como de quien lo recibe haciéndose el desentendido de que no hay nada fuera de lo normal en el invitado. Tal es el caso del ex panista, Alonso Adrián Juárez Jiménez y del candidato morenista, Raciel Pérez Cruz.

A la humanidad de Adrián Juárez cayó el demonio de la sospecha, por la posibilidad de que pudiera estar detrás del asesinato del ex funcionario Luis Gutiérrez Herrera, quien buscó el deslinde en una conferencia de prensa para argumentar su plena inocencia.

Nadie dice que el ex panista sea el autor material y/o intelectual de ese crimen que estremeció al medio político mexiquense en plena campaña, del que no faltó quien quisiera también involucrar al alcalde y candidato Tony Rodríguez.

Pero Adrián Juárez es un político que ha dado cosas en qué pensar, no de ahora sino de tiempo atrás, como cuando una aspirante a diputada federal por el PAN, de nombre Erika Alvarado, recibió toda clase de intimidaciones para que se bajara de la candidatura.

Cómo habría estado la situación, que la propia Alvarado, terminó por desistirse de querer pelear con la ley en la mano su derecho a ser abanderada de Acción Nacional a un cargo de elección popular.

Desde luego, que Juárez Jiménez a lo que fue a la rueda de prensa, fue a vestirse de víctima, queriendo hacer blanco en el presidente Tony, a quien responsabilizó de lo que le pueda pasar a él o a su familia.

Pero el candidato a alcalde al que apoya, no acudió en su auxilio, Raciel nunca llegó a arropar a su reciente aliado, no solo por los evidentes costos políticos que implicaría para él haberse presentado, sino esencialmente porque es un político que está acostumbrado a ser individualista y como dice la sabiduría popular, prefiere que lloren en la casa ajena que en la propia.

Es claro que Raciel, es también un político sin escrúpulos, –recordar como fue de inseguro el municipio durante los tres años que gobernó, pero sobre todo, lo cuestionado que fueron los mandos de «su» policía– que ahora quiere nutrirse del cascajo que viene de otros institutos políticos, en este caso Adrián Juárez, mostrando total incongruencia con sus propios dichos, ya que en tiempos en que era perredista, se ufanaba de que el PRD no haría candidato a la presidencia municipal al extinto Rubén Mendoza Ayala, que porque el sol azteca no aceptaba cascajo.

Pero para que hacer demasiada diferencia entre uno y otro si a final de cuentas son iguales, igual de faltos de ética, igual de ególatras, igual de amantes del primero yo, después yo y al último yo.

Y si nadie lo cree, ahí están no pocas personas que lo apoyaron para llegar a la presidencia en 2018, a las cuales ignoró completamente cuando llegó al poder, mismas a las que lejos de mostrar gratitud por su respaldo, les dio la espalda.

Raciel es un político que ha visto siempre por su propia conveniencia, que utiliza a la gente para llegar a sus metas y saciar sus ambiciones, Adrián Juárez es pan con lo mismo, los dos cojean del mismo pie, entre malandrines no puede haber lealtad.

La diferencia es justo esa: cuando existe compañerismo y lealtad, el que está pasando un mal momento es cuidado, protegido, ayudado, acompañado por el que no está en esa situación, pero Raciel no es ese compañero confiable que meta las manos al fuego por otros, menos por Adrián Juárez, que ahora ha recibido una cucharada de su propio chocolate.

Y para concluir, esto no es solo culpa de Adrián Juárez y de Raciel Pérez, es culpa de una mala dirigencia del partido morena, que privilegia abrirle las puertas a los políticos con mala imagen pública, haciendo a un lado a sus propios cuadros militantes, a los que le cierra toda oportunidad de participar como candidatos. ¿Así va a seguir diciendo morena que no es igual que los otros partidos?