Se recrudecen acciones de grupos minoritarios que buscan desestabilizar con bloqueos que afectan derechos de terceros

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Se recrudecen las acciones de grupos antagónicos que por intereses políticos, se dedican a azuzar a la gente para que participe en manifestaciones y bloqueos de vialidades, sin importarles la pérdida de tiempo que ello implica para los automovilistas y personas que viajan en el transporte público, así como los daños económicos que causan, al interferir con el movimiento de mercancías y la prestación de servicios.

No conformes con perjudicar a la gente de diversas comunidades de Atizapán por la interrupción del tránsito vehicular, como lo han venido haciendo en zonas como el entronque de la autopista Chamapa-Lechería y la carretera Lago de Guadalupe, ahora han estrangulado los accesos al centro comercial Galerías.

De esta manera, el perjuicio para la gente es doble, ya que la avenida Adolfo Ruiz Cortines, conecta hacia arriba con la Zona Esmeralda, donde vive una cantidad importante de ciudadanos atizapenses, los cuales quedaron varados, imposibilitados de desplazarse.

Hacia la parte de abajo, esa arteria conecta con la parte centro del municipio y con el paso hacia Tlalnepantla, puntos en los que a diario circulan miles de vehículos, tanto particulares como del transporte público.

La falta de escrúpulos de los “líderes” que encabezan esas protestas donde el problema de falta de agua en el Valle de México, es el argumento que según ellos justifica generar caos, es en realidad un afán desestabilizador.

Primero, porque en el país ya se vive un proceso electoral a nivel federal, mismo que se encuentra de lleno en etapa de precampaña y segundo, porque la primera semana de diciembre, los alcaldes y alcaldesas del Estado de México, rendirán sus respectivos informes, por lo que tienen la clara intención de manchar la imagen de los gobernantes.

Y aunque esas personas que provocan los bloqueos se sienten representantes de los ciudadanos, en los hechos no son más que una minoría que anda en busca de reflectores y de protagonismo, como vía para llegar al poder, causando desprestigio a las autoridades locales.

No es justo que quienes se dirigen a realizar sus actividades cotidianas, tengan que verlas interrumpidas, por quienes imponen el cierre de las vialidades, como si les pertenecieran, cuando no es así, lo que solamente trae problemas a los empleados que ya no llegan a tiempo a sus trabajos, pone en riesgo las vidas de quienes tienen que acudir al médico y arrojan millonarias pérdidas a las empresas, cuyas mercancías se quedan sin llegar a su destino.

Esas minorías sin un mínimo sentido de mínimo respeto a los derechos de terceros podrán haberle encontrado la rentabilidad política al bloqueo de vialidades, pero lejos de lo que creen, están levantando el repudio de la sociedad, debido a sus arbitrarias acciones.