Tal parece que México está destinado a sufrir el autoritarismo

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COLUMNA
El Observador Mexiquense
Por Lopillo O´Henrry

Los chapulines sin recato, y la dirigencia de Morena, menos…
México es el país del gatopardismo, donde todo cambia para seguir igual o hasta peor, lo que está sucediendo con el empoderamiento del partido morena, tanto a nivel nacional como estatal.

Es harto sabido que en el Congreso del Estado de México, el chapulineo está a todo lo que da, resaltando el brinco del diputado, Román Cortés Lugo, al grupo parlamentario guinda, comandado por Paco Vázquez.

Cortés Lugo militó 25 años en las filas del PAN, pero poniendo por delante el interés personal, envió su carta de renuncia al dirigente de su partido, Jorge Romero, haciendo oficial su salida.

Si se dice que los panistas profesan una ideología conservadora, que se dan golpes de pecho, van a misa pero cuando gobiernan se involucran en escándalos de corrupción, cómo entender ese paso a un partido como morena, con una ideología totalmente contraria a la del PAN, que es de izquierda y que dizque busca que el Estado Mexicano cubra muchas desigualdades sociales y no la iniciativa privada, como lo hacen blanquiazules ya también con descaro.

La realidad es que personajes como Román Cortés, son de los que cambian de camiseta, con miras a llegar con la mesa puesta y de a jefe, a un partido en el que no tiene un minuto de trabajo político.

Sin embargo, el propio partido morena, comandado por Luisa María Alcalde Luján en lo nacional y Luz María Hernández Bermúdez en lo estatal, se presta para hacer a un lado a sus militantes y poner las candidaturas en charola de plata, en manos de políticos saltimbanquis y oportunistas como Román Cortés, que dejó al PAN, porque ambiciona ser alcalde de Atizapán.

Mientras eso pasa en el Congreso del Estado de México, en el municipio de Nicolás Romero, también se cuecen habas, porque los del partido guinda viven una auténtica guerra fratricida, de un lado, los seguidores de la alcaldesa, Yoselin Mendoza y del otro, los del diputado local y ex presidente municipal, Armando Navarrete, que de paso sea dicho, no deja de intentar la intromisión y desajustar al gobierno actual.

Esa contienda interna que registra el morenismo de Nicolás Romero, pasa por todos los asuntos que implican posiciones de poder, a últimas fechas, las asambleas para definir a las cabezas de comités seccionales.

Ojo aquí… Esa guerra, es una guerra casi a muerte entre ambas fracciones, donde cada sección electoral es un campo de batalla y en las que uno y otro bando buscan aplastar al oponente.

La oposición esta atenta…
Pero mientras los morenistas se pelean entre sí, los partidos de oposición ni sufren ni se despeinan y su sepulcral silencio hace pensar que se guardan la sorpresa para el momento estratégico, con el que le puedan competir y hasta ganar a un partido que en esa localidad se fractura cada vez más.

En el ámbito nacional, el PRI trata desesperadamente de reposicionarse, pero Alito Moreno ayudando en serio y en serie, con trabajo de campo y de la mano con dirigentes de batalla como Cristina Ruiz en el Estado de México, quién a fortalecido a ese partido político de una manera que ha vuelto a despertar el interés de la militancia priísta, y más por haber puesto en su lugar a un rijoso que ha salido peor de lo que decía de sus oponentes, un tal Noroña.

Alito, ha dado resultado positivo al PRI, según los mismos priístas que en algún momento estuvieron molestos por su actitud de “intransigente” y que estuvo en serio riesgo de perder el registro como instituto político.

El líder del tricolor se ha enfrentado a la denostación de sus adversarios de morena, que pretenden hacer notar que el cargo le quedó grande, que el PRITanic se hunde sin remedio y que él, como su capitán, en lugar de ponerlo a salvo, lo está terminando de hacer naufragar, lo que está siendo lo contrario, el partido tricolor ha empezado a sacar su lado combativo.

Estudiantes de ultraizquierda sin disposición para la construcción acuerdos con Patricia Zarza

Decir que la rectora de la UAEMÉX se sacó la rifa del tigre, es ni más ni menos que la realidad que le tocó enfrentar, en un entorno universitario ríspido, en el que los sectores más radicales no quieren ceder.

Estudiantes del ala ultraizquierdista, se aferran a mantener tomadas las instalaciones, incluso de la rectoría, demostrando cerrazón y ninguna disposición para la construcción de acuerdos con Patricia Zarza.

La rectora de la UAEMÉX, tiene voluntad política, pero sus contrapartes que mantienen varias facultades en paro, asumen como diría el escritor Carlos Monsiváis, una actitud de ” dinosaurios del stalinismo”.

Quieren ser tan de izquierda, que en la práctica terminan como de derecha, porque privatizan las instalaciones, se niegan a acordar y someten y hasta agreden a quienes difieren de su proceder, actuando no como radicales sino como totalitarios, excluyentes y autoritarios.

El Panadero con el pan, el panadero con el pan…

Mientras, en el municipio de Atizapán de Zaragoza. El “panadero mayor”, conocido como Pedro Rodríguez, es el que se aferra a ser el único que utilice el horno y le impide a los demás usarlo, porque sabe que controlándolo, seguirá adueñándose de los bolillos y los venderá caros, porque en ello ha encontrado un fabuloso negocio.

Ante tan desmedida ambición, otros panaderos ya han optado por quitarse el mandil azul y pasarse a otra panificadora, ahora portando el mandil guinda. Ahora, otros panistas acusan al alcalde de haber comprado voluntades para imponer al nuevo dirigente municipal al frente de los panistas, que aunque inconformes serán los que trabajen posiblemente para poner en su lugar a quienes, a su decir, los han traicionado.